Cuando era concejal, Mariano Campero tenía la costumbre de salir a pedalear, de vez en vez. Ahora que es intendente de Yerba Buena esa rutina se le ha vuelto distante. No obstante, cuentan algunos corredores que el lunes pasado compartieron las platabandas con él, y que lo vieron detenerse a tomar agua. Lo hizo en uno de los bebederos de la avenida Perón, en la ciudad que él gobierna. Tampoco es que haya tantos: sólo dos, y el otro anda de cuando en cuando. Pero según Campero, antes de fin de año esa trocha tendrá kilómetros de ciclovías, con sus consiguientes bebederos.
El gobierno municipal ha obtenido alrededor de $ 1,5 millón de la Secretaría de Asuntos Municipales de la Nación para remodelar la bicisenda que actualmente se extiende sobre la acera sur de la Perón, encima de la tapa de un canal entubado, desde Las Rosas hasta Moreno. En una primera etapa, planean convertirla en una calle recreativa, con dos carriles para bicicletas, caminería peatonal, área parquizada e iluminación. Además, cada 150 metros de recorrido instalarán sectores de descanso; en total, habrá siete.
En cada uno de esos puestos pondrán bancos de mampostería con asientos de madera (sin respaldos). Colocarán también -si cumplen lo que han proyectado- pérgolas, bebederos, cestos para residuos, bicicleteros y canteros con flores. Según los cálculos iniciales, el monto global para la construcción de esta bicisenda y de otras mejoras ronda los $ 2,2 millones. Por consiguiente, la obra se completará con fondos del municipio.
Además, en la mano norte de la Perón, desde la rotonda del Camino del Perú hasta la de Horco Molle, anuncian la habilitación de un carril mixto de circulación, para bicicletas y autos. Mediante cartelería se indicará que los vehículos deberán circular a baja velocidad.
La tercera parte del proyecto indica que el tramo de un kilómetro que va desde el derivador de La Olla hasta la rotonda de Horco Molle funcionará como un circuito deportivo, con una bicisenda que irá pegada a la platabanda, de ambas manos. Es decir, hacia adentro de la avenida. Del otro lado (junto a los cordones), habilitarán un circuito para corredores y caminantes. “Tengo el convencimiento de que vamos a transformar a la Perón en la avenida del deporte. Hoy, naturalmente lo es. Falta que el municipio haga lo suyo”, declara Campero.
Sólo para peatones
Y ese hacer lo suyo incluye una serie de medidas tendientes a reducir la velocidad de circulación de los vehículos. En un artículo publicado en LA GACETA del domingo pasado muchos vecinos se quejaban de que esa vía es usada como una pista de carreras, debido a la velocidad de los autos y a la ausencia de las autoridades, entre otras razones.
“La avenida se ha vuelto un peligro. Todos los días ocurren accidentes. Y en ciertos horarios es imposible cruzar. Deberían poner semáforos en las esquinas más transitadas”, pedía, por ejemplo, la escribana Cecilia Valy.
Campero sostiene que, además de los reductores que actualmente están instalando en la esquina de Bascary, en dos meses colocarán un complejo semaforizado en Las Rosas, cuyo costo es de unos $ 250.000. Apunta que luego peatonalizarán algunas cuadras de esa trocha, durante algunas horas y los fines de semana. Todos los sábados, de 15 a 19, y los domigos, de 9 a 13, la mano norte de la avenida será peatonal, desde el Open Plaza hasta la calle Moreno.
Controlan la velocidad con radares
La realidad es caótica y anárquica. Ocurre sin pedirle permiso a nadie. Hay personas que caminan, corren; al lado: otras que andan en bicicleta; y unos niños juegan en las veredas. Pero hay, también, autos que pasan, junto a ellos, como si estuvieran en una pista de carreras. El martes pasado, en la avenida Perón controlaron la velocidad de los vehículos con radares.De pie sobre los pastizales, al costado de esa trocha sin veredas, Benjamín Nieva y Mariano Campero -secretario de Transporte de la Provincia e intendente del municipio, respectivamente- observaron los datos que los aparatos proyectaban en una computadora: el 40% de los 250 vehículos que pasaron en el transcurso de dos horas lo hizo con exceso de velocidad. En promedio, los excedidos iban a 97 kilómetros por hora. El control se efectuó entre las 10 y las 12 en la acera norte de la avenida, a unos 500 metros del cruce con el canal Caínzo. Pese a que instalaron carteles de color naranja en los que se leía “velocidad controlada por radar”; pese a que dispusieron conos sobre el asfalto; y pese a que colocaron una mesa con computadoras y a su alrededor había una comitiva, el 40% de los conductores (más de 100 coches) no redujo la velocidad. El domingo pasado, LA GACETA había advertido sobre los excesos de velocidad en la Perón. Este fin de semana habrá más controles viales, adelantó Nieva. Actualmente, el límite de velocidad en esa arteria es de 60 kilómetros por hora. No obstante, según el subdirector de Tránsito local, Nicolás Juárez Dappe, muchos conductores van a 120 kph. El municipio planea adquirir pistolas electrónicas para efectuar foto multas de manera presencial.
La rotura de una platabanda en la avenida Perón, frente al centro comercial Open Plaza, en Yerba Buena, ha generado inquietud. Desde el jueves -cuando la abertura comenzó a hacerse evidente- quienes transitan por allí se preguntan para qué van a habilitar ese cruce si, a menos de 50 metros se encuentran otras esquinas de giro y de retorno. Enfrente, en el carril sur, avanza la obra de una nueva estación de servicios de la petrolera YPF.
¿Han abierto la platabanda para facilitar el ingreso a ese negocio? ¿Quién otorga esas habilitaciones? ¿Generará algún beneficio en la fluidez del tránsito? Esas fueron algunas de las preguntas formuladas por LA GACETA al intendente, Mariano Campero. Respondió que el permiso de apertura lo otorgaron desde la Dirección Provincial de Vialidad, a cuya jurisdicción pertenece la Perón.Añadió que, si bien la habilitación no la concedieron sus funcionarios, considera que la obra será positiva, pues a continuación el municipio abrirá la calle Thames, que es la que se encuentra en una de las esquinas de la nueva estación. De ese modo -prosiguió- habrá otra conexión desde la Perón hacia el centro yerbabuenense. Actualmente, según estudios, el 80% de los vehículos que transita por esa avenida desde el este hacia el oeste gira en la calle Moreno.
Ernesto Marchetti -funcionario al frente de la Dirección de Planeamiento Urbano municipal- añade que se cerrará la platabanda ya existente en ese sector, frente al Open. Así, quedará sólo un cruce.
Los vecinos se preguntan -principalmente por las redes sociales- si era necesario que quitaran un árbol que se encontraba próximo a la bicisenda que pasa por delante del acceso a la futura estación de servicios. Voceros de la empresa aclararon que únicamente quitaron dos ejemplares y que plantarán, inicialmente, otras 12 especies autóctonas, como tarcos y lapachos. Luego, una vez que la Municipalidad los autorice, pondrán más variedades. “Tenemos un plan de reforestación”, destacaron.